Acuerdo comercial entre Colombia y la UE: cuatro años de implementación y retos

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Christoph Saurenbach, consejero comercial de la Delegación de la Unión Europea para Colombia y Ecuador, exponiendo.

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22 ago 2017

La recesión general para la Unión Europea (UE), y de mayor plazo para países como Grecia y España; la salida del Reino Unido del bloque regional; el crecimiento de los sentimientos ultranacionalistas y la constante amenaza terrorista del Estado Islámico, son desafíos y problemáticas que Christoph Saurenbach, consejero comercial de la Delegación de la Unión Europea para Colombia y Ecuador, analizó el jueves 17 de agosto en la Uninorte, durante su presentación “Acuerdo Comercial entre la Unión Europea y Colombia: 4 años de implementación”.

Pese a las dificultades de los últimos años, para Saurenbach, la perspectiva sigue siendo optimista y el comercio para la Unión Europea sigue en primerísima línea de su agenda. “Mientras unos se retiran del comercio y se tratan de cerrar, incluso con más barreras en sus fronteras, la Unión Europea acaba de terminar negociaciones con Japón y ve otras opciones de intercambio comercial”, recalcó durante la conferencia, gestionada por el Instituto de Estudios Europeos y la Escuela de Negocios de la universidad.

En Colombia, con el inicio de las negociaciones en 2009 y la entrada en vigor del pacto en 2013, se dio apertura a un acuerdo de última generación que no solamente incluía temas comerciales por desgravación de aranceles, sino también temas de estándares técnicos, sanitarios, servicios, contratación pública, entre otros. “A veces solamente vemos que se redujeron los aranceles, pero para comerciar debemos observar otros elementos y esos se incluyeron en el acuerdo. Además se les dio a los empresarios certidumbre con un marco jurídico estable, cooperación reforzada y asistencia técnica”, enfatizó Saurenbach.

El consejero mostró el marcado descenso del comercio, siendo esto atribuido a los efectos de la crisis financiera internacional de la que apenas la UE se viene recuperando. Hizo énfasis en el efecto de baja de los precios del petróleo y carbón, en el que particularmente este último ha afectado las exportaciones colombianas a la Unión Europea, pero destacó que la canasta de bienes de exportación de Colombia a la Unión Europea es mucho más diversificada respecto al resto del mundo. La concentración en petróleo y carbón a la UE es de 52,18% (2016), frente a una participación superior al 70% para el resto del mundo. Se destacan en la diversificación productos no tradicionales: farmacéuticos, juguetes y bolsos de cuero, todos dentro de productos industriales.

Colombia aún concentra el grueso de sus exportaciones en el sector primario, pero el país y la UE tienen desafíos que deben tratar. Saurenbach mencionó, entre otros, los problemas de acceso en bebidas alcohólicas por el monopolio departamental que existe, la restricción persistente con automóviles europeos que están en etapas de desgravación y el exceso de reglas técnicas para ciertos productos europeos.

Para finalizar su exposición manifestó que lo que viene para Colombia en la etapa de postconflicto es el continuo acompañamiento de la UE y destacó el apoyo en cofinanciación del proyecto nacional “Colombia Siembra”, el fondo fiduciario de aproximadamente 100 millones de USD, focalizado en ciertos departamentos para el desarrollo rural y en la cooperación técnica realizada desde antes de la firma del acuerdo.

Por Jahir Lombana, director académico de la Escuela de Negocios y Soren Brinkmann, director del Instituto de Estudios Europeos.

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