“Siempre he sido un mecánico de empresas“: Álvaro Jaramillo

En la segunda edición de Diálogos, Historias sin Contar, el empresario barranquillero charló con la decana de la Escuela de Negocios, María Clemencia sobre su vida, trayectoria profesional y paso por Uninorte.

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16 may 2022

En la segunda edición de Diálogos Historias sin Contar, iniciativa liderada por la Escuela de Negocios para inspirar a los estudiantes desde el testimonio de diferentes personajes destacados del mundo laboral, el invitado de honor fue Álvaro Jaramillo, de 70 años, egresado de la primera promoción de Administración de Empresas de la Universidad del Norte, e hijo del empresario Álvaro Jaramillo Vengoechea.

En diálogo con María Clemencia Sierra, decana de la Escuela de Negocios, afirmó que ama a su ciudad y, sobre todo, la esencia del barranquillero. Sin embargo, aconseja equilibrar toda esa “bacaneria” y encontrar un balance entre el trabajo y el disfrute. Es un aficionado de la pesca, el montar en bicicleta y tocar boleros en su guitarra, o presumir de su vespa. 

Álvaro Jaramillo fue presidente de grandes compañías como Bancolombia y Avianca. El barranquillero describe su paso por Bancolombia como uno de los retos más bonitos de su carrera. No obstante, dice que su reto más grande a nivel profesional fue buscar estrategias para el mercado aeronáutico, y aunque su carrera ha estado llena de retos, se considera un hombre estratégico listo para convertir los problemas en oportunidades. 

“Siempre he sido un mecánico de empresas, porque llego a compañías en problemas a buscar estrategias para su optimización'', argumentó. 

Una experiencia que marcó un antes y un después para el administrador y banquero fue su diagnóstico de Leucemia en el año 2004, momento en que consideraba que estaba en el punto máximo en los diferentes ámbitos de su vida. Para ese tiempo había empezado su emprendimiento IQ Outsourcing S.A., una empresa dedicada a digitalizar las operaciones en el sector financiero. Sin embargo, aunque redujo su tiempo de trabajo, luego de 3 años, fue consciente del decaimiento de su salud. Por lo que, debido a su carácter lógico-estratégico, realizó una Balance Score Card, un seguimiento de las decisiones estratégicas tomadas a la Cangreja (el nombre código que le puso a ese “proyecto”).

Álvaro Jaramillo estudió en la Universidad del Norte cuando era una casa ubicada en la Carrera 53, que luego pasaron a ser dos. En su último año pudo dar clases en el primer bloque del campus que ahora conocemos.


El poder de un buen líder 

Para Jaramillo, las personas más inspiradoras son los jefes. “No hay nada más estimulante que un buen jefe que te impulse y saque lo mejor de ti”, expresó. Su primer jefe fue su padre, Álvaro Jaramillo Vengoechea. Durante el encuentro compartió más nombres y experiencias de su vida laboral, con personas  como “Rafae”l y “unos gringos” a los que él aprecia a pesar del pasar de los años. 

Su padre, su gran héroe, era economista, a quien recuerda decir siempre “que si no impulsamos la educación, vamos a hacer la región más pobre”, por lo que se unió a un grupo de hombres capaces y formaron Uninorte. 

El banquero considera que la habilidad más importante de un buen líder es el poder de comunicarse. “Para que alguien te siga, tienes que saber decirle cómo vamos a ir pa´ lante”. Para el invitado, los barranquilleros tenemos una forma singular de decir las cosas, por cuestiones culturales, le es difícil ir al punto y destacarse, pues el que se destaca es catalogado de “sapo” y “lambón”, por lo que pocos se atreven a hablar, y solo el verdaderamente valiente lo hace. 

Cuando estuvo discutiendo sobre la malla curricular de la Escuela de Negocios, junto con la decana, habló de los dos retos más difíciles para un recién egresado en el mundo laboral: manejar personas y crear empresa.

El piensa que el liderazgo se ha convertido en una tendencia. Sin embargo, aunque es un discurso repetido es la principal característica para emprender y llevar una compañía adelante. Aconsejo a los estudiantes que para emprender den el primer paso y salgan a la calle, vean las necesidades de las personas, y creen modelos de negocios con una planeación eficaz.

Escrito por Lucía Gabrielle González
 

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