En este campo, estar aislados nos ha hecho estar más conectados

Para el docente Juan Camilo Restrepo, del departamento de Física y Geociencias, aseguró que las clases remotas aunque han sido una buena experiencia gracias a las herramientas tecnológicas no podrían remplazar las clases presenciales porque le permiten conectarse con el estudiante y enseñarle a través de muchos sentidos y emociones en el aula.

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Juan Camilo Restrepo

Por:

25 sep 2020

Juan Camilo Restrepo, nació en Medellín, es Ingeniero Ambiental, con Maestría en Geología y Doctorado en Ciencias del Mar; actualmente es Profesor Asociado del departamento de Física y Geociencias; también Investigador Invitado del Woods Hole Oceanographic Institute (WHOI) de los Estados Unidos y Co-Chair de la Asociación Partículas en las Américas (Particles in the Americas - PiA). Juan Camilo, para quien la docencia es una forma de vida, resalta la importancia de la relación con los estudiantes y los retos que impone la coyuntura. 

¿Dónde has trabajado y cómo llegaste a la Universidad del Norte?

Trabajé anteriormente en Centros de Investigación de Oceanografía en Tumaco y Cartagena, llegué a Uninorte en 2010 cuando se abrió una plaza para fortalecer la naciente área de oceanografía que comenzaba a crearse dentro del departamento de Física, hoy denominado “Física y Geociencias” al que llevo adscrito 10 años y del cual fui director en un periodo reciente.  

¿Qué resaltas de la labor de ser docente, qué te motiva a dictar clases?

Dar clases es una forma de vida. No solo se trata de transmitir conceptos y conocimientos, también se trata de contextualizar y brindar herramientas para que los alumnos puedan tomar mejores decisiones, basadas en evidencia y juicios objetivos. También se trata de dar ejemplo.

Por consiguiente, me motiva la alegría de brindar los conocimientos y experiencias que he adquirido a lo largo de mi carrera profesional, pero también me motiva la oportunidad de plantear los retos y desafíos que presenta el ejercicio profesional en estos tiempos. 

¿Cómo era tu relación profesor estudiante en la presencialidad?

Siempre he pensado que he tenido una relación cercana y fraterna con los estudiantes. Curiosamente, creo que esta situación me ha acercado más a ellos, especialmente a los de pregrado.

 

“Hemos entrado un poco más en su "mundo", por lo que hemos podido compartir información de manera más frecuente y ágil con ellos, discutir temáticas gracias a la organización sencilla de reuniones adicionales, apoyar de manera más amplia las iniciativas de semilleros o grupos estudiantiles, entre otras.".

 

¿Cómo ha sido esta experiencia de dictar clases remotas en esta coyuntura?

La experiencia en el modo remoto ha sido menos complicada de lo que se podía esperar. Se han hecho grandes avances en los componentes tecnológicos y pedagógicos. Sin embargo, pese a todos estos avances y esfuerzos, considero que las clases remotas no podrán suplir las clases presenciales. Las clases presenciales permiten un contacto directo que facilita la transmisión de enseñanzas a través de múltiples sentidos (no solo auditivo y visual). Además, la presencialidad tiene un margen enorme para la "improvisación" positiva que ayuda a reforzar conceptos a partir de los diferentes momentos y emociones que se presentan en la clase. Ahora bien, esta experiencia nos ha enseñado que las herramientas remotas nos pueden ayudar a potenciar más la experiencia extra - clase. Allí tenemos un reto importante. 

¿Cuál ha sido el mayor reto, o dificultad? ¿Cómo los has llevado?

El mayor reto es no estar en el salón de clases junto a los estudiantes y no tener la posibilidad de realizar actividades de campo académicas. Honestamente, lo he sobrellevado, pero no lo he sobrepasado. Es decir, nos hemos adaptado. En las circunstancias reinantes se ha hecho el mejor trabajo posible. Con un esfuerzo institucional y personal que es difícil de dimensionar. Pero en nuestra disciplina (Geología y Oceanografía), el trabajo en campo y la interacción directa profesor-alumno ocupa un lugar preponderante dentro del proceso formativo.

¿Qué nos puedes contar de los estudiantes? ¿Cómo crees que perciben esta situación y asumen las clases?

Creo que lo han asumido muy bien, con madurez y seriedad. Considero que es el resultado de maximizar los aspectos positivos (p. ej. contar con la información grabada en formatos audiovisuales, acceso gratuito a conferencias y eventos, etc.) y adaptarse temporalmente a los aspectos negativos (p. ej. interacción en el campus, salidas de campo, etc.).

Hay varios ejemplos que muestran que han encauzado sus energías en desarrollar actividades complementarias, vincularse a semilleros y/o grupos de investigación, fortalecer habilidades "blandas", entre otras cosas. Es un aspecto destacable. 

¿Además de las clases en pregrado, cómo te ha ido en otros espacios docentes?

También dicté mis cursos de posgrado (Maestría y Doctorado). Básicamente, tuve las mismas percepciones que con pregrado.

 

“En el campo de la ciencia si ha ocurrido algo curioso. Y es que hemos tenido acceso a conferencias y eventos de gran nivel, de una manera más sencilla y frecuente. En este campo, estar aislados nos ha hecho estar más conectados.".

 

 

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