Es el mejor momento para activar, enfocar, innovar y transformar desde el liderazgo

Brandon Hernández, egresado uninorte, fue distinguido como Líder del año (2018) y uno de los mejores Saber Pro; durante su carrera, participó en el voluntario, fue Embajador de Paz, fundador de grupos de trabajo social, mentor en UNICEF… un joven muy Pilo con ‘Gen Ciudadano’ muy bien desarrollado. Actualmente es parte del equipo de Bienestar Universitario y acaba de crear su propia fundación enfocada en el liderazgo ciudadano.

Brandon, que sin duda sabe inspirar a través de su experiencia, nos cuenta algo de su historia en su propio relato.

Mi nombre es Brandon David Hernández Jaramillo, tengo 21 años y soy de Barranquilla.

Soy hijo de una madre pereirana y un padre barranquillero. Me encanta la lectura, la poesía, la escritura en general y la pintura. Puedo decir que desde pequeño desarrollé un perfil artístico, pero no lo aproveché como hubiera querido en la infancia. Ahora con un poco más de conciencia, alimento mi artista interior todos los días.

Estudié en el colegio distrital Concentración Cevillar y ocupé el primer puesto durante toda mi etapa escolar. Pero más allá de eso, siempre me he considerado una persona muy inquieta, poco paciente con la realidad sociopolítica del país. Era de los estudiantes que discutía conceptos con los profesores y de los que le encantaba participar en foros de Filosofía. A nivel económico tenía muchas dificultades, pero gracias al esfuerzo constante y a la disciplina logré obtener la beca de Ser Pilo Paga.

De esa manera, inicié mi labor de voluntariado a los 16 años, dirigiendo un colectivo juvenil que fundé con compañeros de la carrera. Realizamos labor social, hablábamos de política, le apostamos al proceso de paz y al fortalecimiento de la democracia.

Iniciar en ese camino me llevó a convertirme en Embajador de Paz de La Conversación Más Grande del Mundo, un programa del entonces Alto Comisionado para la Paz del Gobierno Nacional. Además, fui pasante y luego mentor de un programa de escritura de UNICEF.

A mediados de la carrera, casi por casualidad ingresé al grupo estudiantil Sociedad Pilo. Pues, ese año me invitaron a la Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz que se realizaba en Bogotá y, curiosamente, era el único ‘Pilo’ invitado. En dicho evento conocí a la entonces Ministra de Educación Yaneth Giha y asumí el compromiso de impulsar la construcción de paz junto a otros compañeros de Sociedad Pilo a nivel Nacional.

Fue así como lideré un proyecto de pedagogía para la paz, en el que realizamos talleres de memoria histórica en las universidades acreditadas del país. Sin duda, ello fue una antesala para sumarme a la iniciativa ‘Gen Ciudadano’ que lanzó el Ministerio de Educación un año después.

Construí y lideré un proyecto, en el marco de Gen Ciudadano, que consistía en llevar laboratorios de innovación a 40 colegios del país. El modelo impulsaba la participación de becarios como mentores de los estudiantes, para hablar y desarrollar estrategias en pro de la educación, la paz y la lucha contra el bullying en entornos escolares.

En el proceso contamos con el apoyo de autoridades, instituciones del sector público y privado. El éxito del proyecto me llevó a recibir en el 2018 el reconocimiento de Líder del Año Uninorte. Una de las distinciones que más ilusión me ha generado.

Previo a mi grado como Internacionalista, obtuve un reconocimiento como uno de los mejores Saber Pro e ingresé a la Unidad de Acompañamiento y Consejería Estudiantil (ACES). Actualmente sigo haciendo parte de Bienestar Universitario, mi labor consiste en guiar a los estudiantes de primer ingreso en su proceso de adaptación a la vida universitaria. En cada espacio que tengo con los estudiantes, mi invitación es a participar en actividades extracurriculares y explotar al máximo las habilidades blandas que hoy por hoy se demandan en el mercado laboral. 

El 2020 ha sido un período histórico para la humanidad. Estamos ante uno de los desafíos globales más importantes de los últimos siglos, sin duda. Avances económicos, sociales y políticos se pierden con el transcurso de los días que padecemos esta crisis.

Pero como toda crisis, es el mejor momento para activar, enfocar, innovar y transformar desde el liderazgo. Eso me impulsó a aventurarme en la creación de mi propia Fundación. En estos momentos está en construcción, pero puedo adelantar que el objetivo central será fortalecer los liderazgos ciudadanos como estrategia de transformación territorial.

El mayor reto de cualquier crisis es entenderlas como oportunidades y eso me fue difícil de comprender al principio. Creo que esta coyuntura trae muchas ventajas, pero resalto de manera especial la oportunidad de poner a prueba la adaptabilidad de los equipos, las estrategias de virtualización de las empresas, los planes de conectividad de los Gobiernos y las apuestas para priorizar la ciencia, la tecnología y la innovación en las sociedades actuales.