Esta situación nos ha llevado genuinamente a preocuparnos más como individuos por nuestros profesores, estudiantes y colaboradores

Patricia Márquez Rodríguez, directora del departamento de Mercadeo y Negocios Internacionales hace dos años, considera que la ventaja de la coyuntura actual le ha permitido crear más confianza con su equipo de trabajo y comentó acerca de su rol como docente y directora en medio de la crisis.

Patricia_Marquez_Rodíguez.jpg
Patricia Márquez Rodríguez

Por:

07 sep 2020

Patricia Márquez Rodríguez, es Ingeniera Industrial y Doctorado en Integración de Tecnologías de Información en las Organizaciones de la Universidad Politécnica de Valencia en España. Hace dos años es la directora del departamento de Mercadeo y Negocios Internacionales, de la Escuela de Negocios. Una barranquillera que le gusta pintar en acuarela y piensa que esta pandemia ha demostrado la importancia de seguir aprendiendo a lo largo de nuestra vida.

Cómo ha sido esta experiencia de llevar tu cargo de directora de departamento en esta coyuntura: ¿Cuál ha sido el mayor reto, o dificultad? ¿Cómo la has sobrepasado? 

En nuestro rol de directores de departamento el reto consiste en poder apoyar y dar respuesta rápidamente a una gran cantidad de desafíos que se han presentado de forma simultánea, muchos de ellos novedosos, para el desarrollo académico de los programas.

Para ello nuestro compromiso ha sido apoyar desde los departamentos a nuestros profesores, que son un actor fundamental en este proceso no sólo con las herramientas que necesita sino brindándoles la tranquilidad que se requiere para adaptarse a las condiciones actuales con el soporte de la institución. Y por supuesto, lograr que este trabajo se vea reflejado en los resultados de excelencia en la formación que consigue nuestro estudiante.

¿Consideras que hay alguna ventaja en esta situación de coyuntura laboral que puedas destacar, cuál?

Esta coyuntura nos ha aportado al desarrollo de nuevas habilidades no sólo desde una perspectiva técnica, sino que nos ha permitido ser más conscientes sobre la importancia de confiar aún más en nuestros equipos de trabajo en ausencia de la presencialidad como la vivíamos antes de la pandemia. 

Como profesora, ¿qué ha sido lo más difícil de este paso a las clases remotas desde el inicio de la cuarentena para ti?

El semestre pasado la transición que hicimos a la modalidad remota se hizo en medio del semestre y tuvimos que adaptarnos muy rápidamente a la situación.  Este semestre el reto ha sido enriquecer esa experiencia del semestre pasado tanto para el profesor como para el estudiante.

 

 

 

“Encontrar nuevas herramientas y formas de hacer las cosas que nos permitan incrementar el valor del encuentro profesor-estudiante en la modalidad online.

Que nuestro estudiante se sienta motivado a conectarse a la clase, aun cuando sabe que cuenta con las grabaciones y que tenga la confianza con su profesor para que podamos apoyarlo a que su experiencia sea cada vez mejor.”

 

¿Cómo ha sido la experiencia del retorno a clases en la virtualidad en este semestre?

Cada profesor ha hecho un trabajo muy valioso encontrando su propio estilo en la modalidad online poniendo en práctica todo lo que el CEDU nos ha reforzado y capacitado para crear nuestro sello y propia combinación de herramientas y nos hemos apoyado mucho entre pares compartiendo nuestras propias experiencias.

Esto nos ha permitido como profesores llegar recargados este semestre con muchas ganas de hacer cosas novedosas en nuestras clases, y con toda la disposición de apoyar a nuestros estudiantes en las situaciones particulares que puedan estar enfrentando en este momento.

 

¿Qué nos puedes contar de los estudiantes? ¿Cómo crees que perciben esta situación y asumen esta etapa? 

Ha sido muy gratificante encontrarnos con que los estudiantes están más motivados y comprometidos con los desafíos que tenemos en este proceso y sobre todo muy comprometidos con su formación. Dispuestos a probar nuevas herramientas y formas de interactuar para que este proceso sea más enriquecedor para todos.

 

Esta situación nos ha llevado genuinamente a preocuparnos más como individuos por nuestros profesores, estudiantes y colaboradores. Los estudiantes están muy conscientes de la importancia de generar un clima de empatía y confianza en las clases donde como individuos podamos apoyarnos.

 

       

La percepción es al final del proceso positiva, nos ha mostrado la importancia de seguir aprendiendo a lo largo de nuestra vida. 

Que siempre podemos encontrar nuevas formas de transformar nuestra práctica profesional y también docente. Y que, por supuesto, el centro de nuestro proceso académico es el estudiante, es nuestro principal impulsor y la motivación para emprender las transformaciones.    

 

 

Más noticias