“Quedará en nuestras memorias ese abrazo de respaldo que Uninorte nos brindó en medio de la crisis”

DEISON RODRÍGUEZ ROMAÑA estudia Arquitectura y se gradúa en septiembre de 2020. Vivió su último semestre universitario en medio de la pandemia. Con nostalgia por finalizar sus estudios en medio del aislamiento obligatorio, pero con la alegría de haber cumplido con sus propósitos personales, Deison nos comparte los retos y reflexiones de un “sello Uninorte”.

¿Cómo fue vivir el último semestre de tu carrera en plena cuarentena?

Fue algo complicado, llegó la pandemia, y cuando se hizo el anuncio de que íbamos a entrar en cuarentena me preocupé demasiado, porque justo días antes mi computador se había dañado, estaba muy estresado pensando en qué iba a suceder porque no tenía los recursos económicos para conseguir otro en ese momento.

Inmediatamente busqué hablar con la coordinadora de programa, me comuniqué con Bienestar Universitario y Vicerrectoría Académica, contándoles mi caso y ellos me facilitaron un computador. Ese proceso fue bastante rápido, porque la Universidad ya estaba pensando en esto, cuando hice la solicitud, ellos ya estaban realizando ajustes, cuadrando cuál sería la logística para los préstamos, ya que no fue una ayuda solo para mí,  sino para otros muchos estudiantes que presentaban dificultades como la mía.

Una vez terminado el semestre académico con todos los objetivos cumplidos, me di cuenta de que lo que recibimos no solo fue un computador o una simcard con plan de datos para navegación, sino que recibimos una clase de humanidad y solidaridad ante una situación difícil, aunque dicha clase no aparecerá inscrita en el cumplimiento académico ni en ningún otro documento, si reforzará aquello que se conoce como "Sello Uninorte".

¿Cuántas materias estabas viendo en ese semestre?

Cuatro en total, porque durante toda mi carrea, aproveché los créditos adicionales para adelantar y tener un último semestre ligero que me permitiera tal vez conseguir un empleo. Una particularidad que hay es que en Arquitectura se trabaja con programas especiales de diseño y modelado 3d. de alguna manera contaba con mi dispositivo móvil con el que podía realizar algunos trabajos escritos, pero no tenía las herramientas necesarias para lo que tiene que ver con la realización de planos, renderizado, edición de imágenes, entre otras cosas. Precisamente ahí estaba mi preocupación porque en todas las asignaturas, excepto inglés, se entregan proyectos que requieren de software especializados.

La Universidad me facilitó el computador y en esa misma semana llegó la notificación de que gracias a los convenios con los empresas dueñas de los programas que necesitamos en arquitectura, era posible acceder a ellos con licencia académica, o sea, se permitía la descarga e instalación de manera gratuita con el uso del correo institucional.

¿Cómo se trabaja de manera remota con los proyectos propios de una carrera como Arquitectura, que requiere tal vez trabajo de campo o en espacios físicos determinados?

Los productos finales, siempre son piezas digitales e impresas que luego deben ser presentadas y sustentadas ante jurados y compañeros. En esta ocasión no se requirió de la impresión de estos trabajos, pero sí se hizo la sustentación a través de plataformas que lo facilitaban. En relación con las maquetas, estaba abierta la posiblidad de realizarlas y enviar fotografías en diferentes perspectivas, de tal manera que el proyecto se pudiera apreciar completamente, sin embargo, existía la flexibilidad de omitir este tipo de productos, entendiendo que el comercio estaba cerrado, por ende iba a ser complicado obtener los materiales necesarios.

¿Qué destacas de tu experiencia ante la pandemia?

Tengo una visión bastante positiva de la pandemia, a pesar de que soy víctima de ella; mi papá falleció siendo positivo para Covid-19, justo cuando finalizaba el semestre académico, lo que se traduce en momentos angustiosos antes de su deceso. Sin embargo pienso que fue una oportunidad para mejorar en todos los sentidos: está situación creo que nos ha enseñado a ser resilientes, ser más humanos; también vemos como los estudiantes e incluso la misma Universidad empieza a moverse con mayor agilidad en la virtualidad. Ahora estamos un poco más preparados para enfrentar situaciones similares en un futuro.

Todo esto es una oportunidad para adaptarse al cambio porque bien sabemos que lo que se viene ahora es precisamente saber moverse en la virtualidad, estar a la vanguardia de las nuevas tendencias para trabajar y relacionarse. El cambio es así, trae momentos agradable y momentos desafortunados, sin duda la transición fue bastante brusca, sin embargo, resalto y me quedo con las cosas buenas, con la oportunidad de aprender. Precisamente hoy (cuando realizamos esta entrevista), se cumplen dos meses de ese momento en el cual me vi obligado a aceptar que me quedé sin mi padre, pero bueno, motivado al 100%, hay que continuar.

¿Ahora que terminas tu carrera, qué viene para ti?

Los que pertenecemos a la malla anterior de Arquitectura no contábamos con prácticas laborales así que va a ser un reto bastante interesante introducirme al campo laboral. Ya he aplicado a diferentes ofertas de empleo, sin embargo, soy consciente de que esto será un poco complicado, porque en la mayoría de ellas se requiere de experiencia, con la cual no cuento hasta el momento. Aún así continúo motivado en seguir luchando por alcanzar el objetivo que es ejercer mi profesión. En Uninorte he recibido muy buena formación, la cuál me ha permitido desarrollar muchas habilidades que de seguro se verán reflejadas en los aportes que en un mañana pueda brindarle a la sociedad.

Gracias a Dios y al enfoque de mi proyecto de grado surgió una propuesta para hacer parte de un proyecto de investigación, que de pasar los primeros filtros y ser aprobada, me permitirá representar a Uninorte, ya que se trabajaría en conjunto con otra universidad que tiene sede en Bogotá. Espero se den las cosas, es muy grato recibir este tipo de propuestas cuando apenas estoy por egresar, ya que se convierten en motivación y en empuje adicional  para continuar.

Cuéntanos sobre tu paso por la Universidad.

Durante mi carrera, fuí inductor para los chicos de primer ingreso, también fuí monitor; gran parte de mi "tiempo libre" lo dediqué a ser parte del voluntariado institucional, siendo staff tanto en eventos externos como en los que ofrece la universidad, además de apoyar en du Nord como mesero, por medio de su Escuela de Servicios (Grupo de estudiantes capacitados por el CEC). Esto me permitió obtener recursos para ayudarme con los materiales para las maquetas, la impresión de trabajos en gran formato y transportarme diariamente hacía la U.

¿Alguna anécdota que te gustaría compartir?

Yo estudié en un colegio pequeño, se llama Institución Educativa Distrital Jesús Misericordioso y entré a Uninorte Becado por el gobierno nacional como Ser Pilo Paga 1. Cuando estaba pequeño y mi mamá me llevaba para acompañarla a su trabajo, pasábamos por el frente de la Universidad y yo le decía “ahí voy a estudiar yo”.  Para esa entonces yo no tenía de pronto la edad para andar pensando en estudiar en una universidad, pero era mi visión. Así que cuando salió la oportunidad de aplicar a una beca no lo dudé y se dio.

Luego le dije a mi mamá: “¿te acuerdas que yo te dije que ahí iba a estudiar? Bueno, fuí admitido”. Y hoy casi estoy recibiendo mi grado.