Proyecto Infantia II se prepara para impactar a las comunidades beneficiarias

En los dos primeros meses del proyecto se ha realizado la sensibilización y autoselección de los beneficiarios. Para la tercera semana de septiembre se harán los lanzamientos del programa con la presencia de los alcaldes y las secretarías de Salud de cada municipio.

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16 sep 2022

La segunda edición del proyecto Infantia sigue en marcha. Durante la tercera semana de septiembre realizará el lanzamiento del programa ante las comunidades beneficiarias (Repelón, Luruaco, Manatí y Santa Lucía), con experiencias vivenciales, entrega de material pedagógico y capacitación, junto a un componente TIC (plataforma informática), y evaluando la apropiación social del conocimiento.

Este proyecto, llevado a cabo por el CIDHUM, Centro de Investigaciones en Desarrollo Humano de Uninorte, con el auspicio del Fondo Nacional de Regalías, ha avanzado desde julio en temas de política de alianza, estrategia desarrollada por el Banco Mundial para optimizar recursos. De esta forma Infantia se ha aliado con la Gobernación del Atlántico por medio de su Secretaría de Salud; el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, regional Atlántico; y las alcaldías y líderes comunitarios de los municipios.

José Amar Amar, profesor del Departamento de Psicología, quien lleva la dirección del proyecto, explicó cómo ha sido esta primera etapa. “En estos dos meses se ha hecho la aplicación de instrumentos para caracterizar la población, sobre todo sus creencias, prácticas, costumbres en relación al cuidado de los niños y los hábitos de vida saludable. Ya se tienen todos los datos recogidos, en total de beneficiarios son mil familias, que se traducen en 250 por cada municipio. Estas recibirán un programa especial sobre cuidado y atención a infancia que incluye laboratorio, un material pedagógico y un TIC, los tres componentes que integran el programa de hábitos, vida saludable y cuidado a los niños”.


                             Proceso de autoselección de los beneficiarios.

Así mismo, para llevar a cabo el proceso de selección de familias, se utiliza el método de autoselección, es decir, la persona voluntariamente se inscribe en el programa. “Se ha privilegiado familias que tienen niños en los centros de infancia de bienestar familiar, así como también una lista de acomulación de riesgo que nos ha dado la Secretaría de Salud. Con esta se ha visitando casa a casa comentando en qué consiste el programa y, por supuesto, por la voluntad de las personas en los municipios ellos deciden sí participan o no”, explicó Amar.

De la mano con la comunidad

La virtud y premisa de este proyecto Infantia es construir el programa de cuidados con la comunidad. En ese sentido, fundamentalmente primero plantea estudiar en la población el cuidado de sus niños y cómo se desarrolla la protección de su salud, para de esta forma combinar las prácticas de cada municipio con el conocimiento científico.

“A partir del territorio se desarrollan las ideas, es decir, a partir de la realidad y la vivencia de las familias. Normalmente siempre ha existido el modelo de querer inculcar de manera forzosa el manual a seguir en las comunidades por parte de los académicos, y eso se denomina violencia cultural. Entonces lo que hacemos es primero recoger el conocimiento popular, el común de cómo se crían sus hijos y adaptar esas prácticas incorporando algún nuevo conocimiento para que ellos enriquezcan la vida de los niños”, argumentó Amar.

De la misma forma, el docente explicó que la guía educativa se construye con la comunidad y los mensajes de texto a partir de las creencias que tienen, así como el material pedagógico y laboratorios evidenciales, los cuales se usan para identificar las creencias erróneas de las personas que pueden tener sobre cuidados y educación. Por ende, en estos laboratorios la gente analiza con los expertos para cambiar sus creencias y costumbres con respecto a la crianza de sus hijos.

Por Jordy Barrios

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